El mundo parece un sitio mejor cuando escuchas cantar a Maria Rodés. Su último disco, Fuimos Los Dos ha sido una de las grandes referencias del año pasado. Seguimos desgranando algunos de sus más maravillosos momentos. Y precisamente, el tema titular es uno de ellos. Un tema con ecos fronterizos, detalles flamencos y esa flauta peruana en el estribillo que hace que parezca de un western peruano al estilo de TINDERSTICKS, CALEXICO, Lily & Madeleine, Chabuca Granda, Judee Sill, influencias que María encaja con sobriedad, entereza, preciosismo en los arreglos y delicadeza en la interpretación vocal.
Arrebatadora, hermosa, exquisita. Con un estribillo de los que te hacen saltar lágrimas. El videoclip que acompaña Fuimos Los Dos, fue dirigido una vez más por su habitual colaborador en estas lides, Aitor Urbaneja (que conoce muy bien como representar el lenguaje musical de Rodés), profundiza en el tema de la canción, filmado en un profundo blanco y negro, lleno de brumas y días lluviosos, y ese final. Ese final. Una canción que, detrás de su poder emocional y personal, esconde un mensaje conciliador, una llamada de paz, un grito de silencio. Cuando la tristeza busca esperanza.