Supervivientes del rock duro peruano: Retroacción en México

 

Con el espíritu combativo de los 90s, desde Resorte hasta Guillotina, pasando por Disidente, e internacionalmente, como Rage Against the Machine, desde Perú  para el mundo llega: Retroacción, rock bien macizo, contestatario y rebelde que te invita a la reflexión y a la catarsis de las emociones humanas. 

Retroacción llegará a nuestro país en septiembre de este año, ansiosos de compartir con el público mexicano su más reciente material, La Conquista, un disco lleno de fuerza, poder y rebelión. Duro, directo y a la cabeza: "Hace falta producir más rock fuerte y contestatario en una época de excesiva manipulación mediática", comparte Retroacción, cuya historia comienza en 2010, colocándose como un estandarte de un sonido crudo y paralelamente armonioso, en la escena independiente de Perú.
 
La Conquista, nació como un rompecabezas entre varios sencillos liberados durante los últimos años. Fue producido por Ricardo Méndez. Es una propuesta frontal y explosiva que invita al público ferviente del rock a una catarsis colectiva, sobre la problemática actual de la humanidad: "La música es la llave que te libera de cualquier cadena, básicamente esa es la premisa general de nuestras canciones". Sencillos como Virus Ley, Supervivientes y Rey Crueldad pintan un panorama emocional donde la acción es el resultado.

Retroacción ha sido una banda primordialmente autogestiva, interesada en la comunión y en la colaboración entre iguales y sobre esa dinámica han construido una fiel base de seguidores en un contexto donde el género duro no es el más favorecido:
 
"Sólo hacemos lo que sentimos que debemos hacer musicalmente, sin necesidad de buscarle necesariamente un sentido profundo, creo que eso lo sentirá el oyente al escuchar lo que expresamos”, nos cuenta la banda acerca del sinuoso camino del rock.
 
Retroacción estará en México del 11 al 25 de septiembre en México, esperando presentarse en una buena cantidad de shows en espacios públicos y universitarios, al mismo tiempo de comenzar a fraternar con la efervescente escena independiente de nuestro país.