La cantante queer Sarah Thompson está de vuelta con Spilt Milk, un homenaje a esos momentos en los que no logramos soltar a alguien, aunque esa persona ya haya seguido con su vida. Con su característico pop melódico, Thompson vuelve a demostrar que no teme mostrar sus emociones.
Spilt Milk, es una pieza descaradamente honesta, sin pretender parecer cool o distante, la artista canta sobre lo que duele, sobre saber que debería dejar ir, pero seguir sintiéndolo todo. Fue producida con el apoyo de Lowell (The Beaches, Beyoncé y Charli XCX). Esta nueva entrega reafirma la sensibilidad que Sarah ha convertido en su sello.
Desde sus primeros lanzamientos, Sarah Thompson ha apostado por una narrativa cercana y sin ningún filtro. Spilt Milk sigue esa línea, conectando con quienes se sienten protagonistas de su propio drama romántico, en especial dentro de la comunidad LGBT.
Con una voz que emociona y una lírica directa, Thompson consolida su lugar como una nueva figura dentro del pop alternativo. Su estilo ha hecho eco entre nuevas generaciones que están en búsqueda de música que los haga sentir comprendidos, y no juzgados.
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